Noticia publicada por la agencia ANRed sobre un reclamo de operarios de limpieza del Ministerio de Trabajo de la Nación, el viernes 21 de abril de 2017

Trabajadores de limpieza del Ministerio de Trabajo de la Nación se encuentran encadenados en las puertas del edificio en reclamo a que les adeudan el salario del mes de marzo. Además llevan a cabo retención de tareas desde hace 20 días. Son 130 los empleados que llevan a delante la medida de fuerza. Éstos dependen de la empresa INMANTEC S.R.L., quién hace un año, según denuncian los trabajadores, paga los sueldos de forma parcial y fuera de término. El principal punto del conflicto es que los empleados o no cobran su sueldo o lo hacen fuera de término y parcialmente, es decir por partes. También que los mismos no tienen asegurada la continuidad laboral, ya que la empresa que los terceriza amenaza con irse del ministerio. De aquí se desprende, algo que también denuncian los empleados, que el edificio público se encuentra en condiciones desastrosas de higiene. Tanto el ministro de trabajo Jorge Triaca, como la empresa INMANTEC S.R.L., son los responsables de la situación que padecen los demandantes, quiénes están respaldados por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y por el Sindicato de Trabajadores de Mantenimiento y Maestranza (SITMMA).

Por su puesto que esta noticia se encuadra en el llamado periodismo de investigación. Quizá se requiera de, relativamente, poco esfuerzo para poder profundizar el caso. Pero, a decir de Gabriel García Marques, todo periodismo tiene que ser investigativo por definición. Y acá existe una situación concreta que es las condiciones en que trabajan estos empleados de maestranza y sus salarios, lo cual afecta directamente su economía. ¿Por qué la empresa INMANTEC S.R.L. y el ministro Triaca no dicen nada públicamente? ¿O hicieron declaraciones pero no las conocemos? Si el ministerio se encuentra sin limpiar desde hace tiempo, ¿Cómo se trabaja en esas condiciones? ¿Quién limpia? Esta realidad merece ser investigada. Estamos hablando de la situación económica de 130 familias y de la cotidianidad de miles de trabajadores?
En una conversación personal, el delegado de maestranza del Ministerio de Trabajo, Eduardo Díaz, hace una serie de denuncias que ameritan su profundización: hay falta de soluciones concretas por parte de los funcionarios; el ministerio pone a interlocutores que van rotando, apuntando así al desgaste de los trabajadores; hace 14 meses que la empresa paga cuando quiere, de hecho la semana pasada depositaron parte de una deuda salarial de febrero y marzo de este año; se tiran la pelota entre empresa y ministerio.

El autor de la nota de ANRed persigue un claro objetivo: mediante la denuncia apunta a difundir el estado en que se encuentran los trabajadores. Algo tan elemental como es la higiene de un organismo público no pude ser dejado de lado. Afirmativamente está a favor del reclamo laboral. Basándose en dichos de los mismos trabajadores, el periodista comparte un dato que es parte de la denuncia: la acumulación de basura y la falta de limpieza de los sanitarios han llevado al Ministerio a un estado calamitoso. El otro fin de la publicación es apelar a la solidaridad, ya que se transcribe el comunicado oficial de la organización sindical que representa a los trabajadores (Junta Interna ATE del Ministerio de Trabajo), en el cual aparece una convocatoria abierta a las puertas del ministerio para acompañar las acciones de protesta.

Como planteo en el ante último párrafo, hay algunos elementos que considero importantes profundizar para enriquecer la investigación: ¿Por qué se tiran la pelota entre la empresa y el ministerio y no hay soluciones concretas al reclamo de los trabajadores?, ¿Por qué la INMANTEC S.R.L. paga los salarios cuando se quiere? Teniendo en cuenta que el gobierno nacional tiene la intención de reformar el Código Penal para penar las movilizaciones y ocupación en los espacios públicos, ¿Recibieron amenazas de desalojo los trabajadores? A esto último, la respuesta es afirmativa. Tendríamos que averiguar en boca de quién salió, pero lo cierto es que a los empleados los amenazaron con aplicar el llamado  Protocolo Antipiquetes si no desistían de sus acciones.

Fuente: http://www.anred.org/spip.php?article14028

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