Operación Masacre: Rodolfo Walsh y su motivación para investigar
Operación Masacre
es un texto, una novela, que trata sobre los fusilamientos llevados a cabo
durante el período de la llamada “Revolución Libertadora” a mediados de la
década del 50 en nuestro país, durante el gobierno de Pedro Aramburu e Isaac
Rojas, intervención de la CGT
mediante y bajo un clima de tolerancia cero hacia los sectores sindicales y a
las voces disidentes. Los hechos pasaron a los libros de historia como la
masacre de José León Suárez.
Corre el año 1956
y, en un principio, Rodolfo Walsh obtiene información acerca de los
fusilamientos de manera casual en un café de la ciudad de La Plata , donde anteriormente
se encuentra cerca de un tiroteo a causa de un asalto al departamento de
policía. Walsh ve de cerca tiroteos, disparos, sangre, violencia. Todos sucesos
que transcurren cercanos a su vivienda, por la zona de la actual Plaza San
Martín de dicha ciudad. Pero hay un hecho particular que lo motiva para
realizar la investigación de Operación Masacre, devenida también en crónica
policial: en los fusilamientos de junio del 56 hay un sobreviviente. Un hombre
le confirma a Walsh que “hay un fusilado que vive”. Su nombre es Juan Carlos
Livraga.
El periodista se
mete de lleno en el tema. Hasta modifica su identidad y se muda para
“garantizar” su propia seguridad. Bajo un estado de paranoia incesante, incluye
un revólver que lleva a todas partes. Se vuelve obsesivo, las imágenes de los
sucesos se le aparecen permanentemente, sobre la del sobreviviente corriendo,
bañado en sangre y moribundo. Emprende un viaje a José León Suárez, lugar donde
fue realizado el fusilamiento. Lo acompaña una periodista que consigue varios
testimonios importantes que aportan a la investigación en curso. Crece el afán
del Walsh por esclarecer y difundir las denuncias de los sobrevivientes de la Masacre de José León
Suárez.
Rodolfo Walsh
escucha de cerca el relato del juez que estaba indagando a Livraga, logrando
entrar en el despacho por hacerse pasar por el primo del sobreviviente.
El periodista se
ve claramente conmovido por los hechos de violencia que sucedían en su ámbito y
es un punto de partida para iniciar la investigación. De hecho el relato cuenta
como vio un hombre asesinado prácticamente en la puerta de su casa. Vivía
frente a un destacamento policial, por lo que todo el tiempo había soldados
armas deambulando por los techos. Pero un punto importante que logra su
motivación es también su preferencia por los textos policiales y fantásticos.
La hipótesis que
maneja Walsh tiene que ver con que si el seguía investigando mientras vivía
allí mismo, lo iban a intentar masacrar. Es por ello que decide cambiar la
identidad y mudarse. Así como los fusilamientos fueron clandestinos, la
exploración de los hechos y evidencias también tenía que desarrollarse en forma
oculta. Después de la entrevista al otro
sobreviviente del fusilamiento, Miguel Angel Giunta, estaba “dando por
terminado” el caso en el sentido de que, decía Walsh, no había más para contar,
había ocurrido un fusilamiento con dos sobrevivientes y el resto muertos. Pero
Giunta confirma que hay un tercer sobreviviente. Esto motiva a Walsh y su
acompañante a seguir indagando e investigando, en busca de ese tercer
sobreviviente. Lo que no va a saber Walsh, hasta descubrirlo por deducciones,
es que finalmente hay más personas que subsistieron a la masacre.
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